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**C.Cultura** · , 19:57:42

Respuesta: Relatos Cannabiscultura

HOGUERAS DE SAN JUAN

Se acercaba la noche mágica, la noche de las hogueras de San Juan, donde como todos los años acudía con los amigos a la playa a disfrutar del evento, junto al mar .
Era mediodía cuando hable con mi mejor amigo, Juan, para ver a que hora podíamos quedar y si había hablado con los demás para organizar un poco la fiesta cuando me propuso algo diferente??. ? Porque en vez de ir esta noche a las hogueras variamos un poco y este año no hacemos fiesta? Así podríamos quedar mañana temprano que es mi Santo y te invito a unas cañas. Me pareció muy buena idea y así lo hicimos, no fuimos esa noche a las hogueras y quedamos a la mañana siguiente a eso de las diez.
Con el calorcito que hacia decidimos hacer ruta costera, parando en cada pueblecito de la costa Almeriense a tomar unas cañas , pescaito y fumar un poco de hierba con el buen ambiente que en los pueblos costeros se suele respirar , ya habíamos recorrido cerca de 5 pueblos con sus respectivos bares cuando llegamos a ? Las Negras? un pequeño y precioso pueblo costero con una pequeña playa de piedras , aparcamos cerca de la playa y salimos en busca de algún bar cuando alguien nos grito desde la orilla??
-Rápido!! Que salgo ya, venga subir!! Rápido!!! Nos gritaba un hombre que tripulaba una zodiac, en ella ya estaban subidas varias personas y apenas quedaba hueco para nosotros, nos acercamos por curiosidad y le preguntamos al buen hombre para que quería que subiéramos, a los que nos respondió ? Para que va a ser, para ir a la cala de San Pedro!...Le preguntamos que si allí había algún bar y nos respondió que si , como ya estábamos bien ciegos, decidimos subir a vivir la aventura que el destino nos había puesto en nuestras narices, a los diez minutos, dando botes con la zodiac, llegamos a la cala de San Pedro, que es sin duda la mejor cala que jamás había visto en mi vida , aguas cristalinas , mucho más cristalinas que cualquier foto de playas caribeñas, arena blanca y fina, se podía practicar el nudismo y lo mejor de todo , es que está habitada por hippies, tenia un manantial de agua potable, existía mucha vegetación para la zona que era y se veían medio camufladas varias plantas de marihuana, los lugareños tenían habilitadas cuevas que es donde vivían y vendían artesanías, era el paraíso.
Subimos un poco de monte y llegamos al bar, alimentado por varios generadores ya que allí no llegan los tendidos eléctricos, nos sentamos en la terraza a tomar cerveza bien fresquita mientras nos liábamos un porro y admirábamos la belleza del paisaje, le dimos fuego al canuto y la marihuana hizo que el destino siguiera su camino, pronto llego el olor del canuto a toda la terraza, un matrimonio que estaba de acampada por allí se nos acercó para ver si les podíamos ofrecer unas caladas a cambio de unas caladas del porro que ellos estaban fumando , ya que el olor de nuestra Jock Horror era muy peculiar y llamativo, compartimos caladas, cervezas y toda una tarde de risas donde parecía que el sol no se ponía nunca, donde el buen rollo flotaba como el humo,
todo era como en una película en el que el final, es ese, un final feliz. Nos presentaron a su sobrina y a una amiga de ella que también acampaban con ellos y nos ofrecieron una tienda de campaña que tenían de sobra para quédanos allí a pasar la noche??al día siguiente teníamos que ir al trabajo, pero no nos costo mucho tiempo decidir que el trabajo era algo secundario y que una oportunidad como esta no nos llegaría en muchísimo tiempo así que aceptamos gustosamente y pasamos allí la noche, fue algo espectacular, nos juntamos decenas de amigos alrededor de una hoguera mientras catábamos distintas variedades y bebíamos kalimotxo a más no poder, pronto llegaron algunas guitarras, yembes y una flauta , canciones y mas marihuana, esa si que fue una
noche mágica, la mejor noche de mi vida y la de muchos de los que allí estuvimos.
Aun me pregunto si la magia hubiera aparecido sin ese olor a Jock Horror que dejamos en la cala, si la magia en si, no es la propia marihuana

Esto es un Relato Real, ocurrió en la realidad y jamas, podre olvidarlo.

Seudónimo: Nube

**C.Cultura** · , 19:59:23

Respuesta: Relatos Cannabiscultura

A tiempo

Miró la hora que marcaba su reloj. ¿Por que el tiempo pasaría tan deprisa? Eso fue lo que pensó molesto Diego por décima vez ese día. Salio disparado, todo lo deprisa que le permitían sus piernas. Subió andando las escaleras mecánicas que subían al primer piso de la estación pasando rápidamente a las personas que hacían cola, aparentemente sin ninguna prisa. Miro la hora ¿Por qué el tiempo pasaba tan rápido? Casi podía oír el tic-tac del reloj que le regalo su hermana. Salio de la estación, cruzo dos pasos de cebra y respiro profundamente. Su mirada se poso en su reloj ¿Por qué era tan tarde? Pensó Diego por duodécima vez esa mañana.
Llego al edificio donde trabajaba. Por supuesto, había llegado a tiempo, Diego siempre llegaba a tiempo. Subió a la tercera planta, donde se encontraba su despacho. Entro en su despacho, saludando con poco interés a su compañero de trabajo.
Has llegado a tiempo ?Aprecio su compañero-
Diego lo fulmino con la mirada, nadie bromeaba con su tiempo, pues, su tiempo, era escaso, importante, cada segundo.
Dejo su gabardina en la percha y se sentó en la mesa. Miro su reloj y suspiro de alivio. En ese momento exacto, entro el jefe, los miro, y volvió a salir.
Por los pelos ? Le sonrió a su compañero- Parece dispuesto a ver si eres capaz de llegar siempre a tu hora.
Pareció que todos los relojes del edifico marcaron la hora de salida del trabajo a la vez. Diego apago su ordenador, recogió sus cosas, descolgó la gabardina (que había permanecido ahí todo el día) y salio por la puerta. Llego a la entrada del edificio y atravesó las concurridas puertas, saliendo a la calle. Miro su reloj. Se dio prisa y se dirigió a la estación de trenes. Camino y cruzo los dos pasos de cebra que le llevarían hasta la estación, bajo las escaleras mecánicas pasando a las personas que esperaban en la cola. Le pareció que eran los mismos de la mañana. Miro su reloj esperando que el tren no se retrasara. ¿Por qué tendría que llegar tarde, no era caso un servicio público?
Llego a su casa a la hora que marcaba el reloj. Se cambio de ropa y se puso cómodo. Miro la habitación de su hermana, la encontró dormida sobre las mantas casi sin arrugar. La arropo con una manta y salio después de darle un beso de buenas noches.
Y una vez en el salón, se dirigió a su caja, de la que saco una cajita aun más pequeña con motivos árabes, y un libro de papel. Se quito el reloj y lo dejo encima de la mesa.
Saco un fino papel de cáñamo, y entre sus dedos lo mantuvo mientras sacaba la hierba y la desmenuzaba con dedos hábiles. Dejando el resultado del desmenuce en la palma de su mano lo presiono con el papel, enrollo su contenido. Tomó su mechero, se llevo el canuto a la boca y la llama anaranjada hizo bien su trabajo.
Una calada, alzo la cabeza hasta mirar el techo y se dejo caer de espaldas contra el sofá.
Otra calada, borro su aburrido día.
Una calada más, el tiempo se rompió sobre el.
Y calló como una libre cascada sobre el, dándole una sensación parecida a la que da cuando te vuelcan un cubo de agua caliente por la cabeza. Dedico un pensamiento dulce a su hermana, otro pensamiento no tan dulce para su compañero, pero no dejaba de ser un buen pensamiento. Y el ultimo del día a su jefe, su padre mejor dicho, un hombre que vivía obsesionado con el tiempo, que le ponía a prueba continuamente como un titiritero a su marioneta inacabada, que persuadió a su hija para que le regalase a su hermano un feo reloj.
No podía controlar su tiempo fuera de casa, pero por las noches, con la melodía verde golpeando su paladar, liberándolo del tic-tac repetitivo de la vida, se sintió libre, certero, hipnotizado y con suerte.
Miro su reloj. Exhaló una bocanada de humo denso y gris. Sonrió, libre del tiempo.

Seudónimo: Llanero solitario

**C.Cultura** · , 20:00:58

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Ley del duende

Ley del duende. Rota por derecha y no hables mientras fumas. El humo verde invadió el espacio. Tomó posesión de nuestros pulmones, se extendió sobre cada centímetro de nuestra energía vital y atravesó la ciudad sobre ruedas. Era noviembre de 1994, acabábamos de cumplir 18 y todas nuestras intenciones pasaban por hacernos de buena maría para dar suficiente intensidad sensorial a cada experiencia. Dimos vuelta en la avenida principal y vimos la patrulla de águilas-negras esperando. Lima fue siempre una ciudad hostil y peligrosa, por mucho que nosotros no tuviéramos conciencia. Fuimos tan ingenuos que pensamos que la 4x4 llena de chacales-humeantes pasaría desapercibida a los “cazadores urbanos”. Siempre era igual, nos seguían sigilosos y cuando estaban suficientemente cerca encendían las sirenas invitándonos a detener la marcha o iniciar una persecución sin sentido. Ni siquiera tuvimos tiempo de arrojar el peta. No terminamos de coordinar movimiento alguno. Todo apestaba a maría y en el coche había suficiente “evidencia” para meternos en un gran lío. El peor fue el que conducía que hizo gala de una estupidez a prueba de balas. Se colocó las gafas chuecas y recibió al policía sentado al volante con una sonrisita culpable que delataba todos sus pecados. A la orden de identificarse no tuvo mejor idea que entregar la cartera entera y ni siquiera tuvo huevos para mantenerse ecuánime ante las preguntas del suboficial. Era evidente que veníamos fumando un peta pero no pasaba nada por negarlo descaradamente. Frustró cualquier negociación posible con las fuerzas del orden. Se asustó tanto que reconoció haber estado fumando y además nos acusó a todos los demás. Menudo marica. Estábamos perdidos. Había semillas y restos por todas partes. Darían rápido con el gran paquete-frutal que llevábamos bajo el asiento. Calculé mentalmente cuánto dinero nos costaría “reventarle la mano” al poli cuando pero caí en la cuenta de que se trataba de un águila-negra incorruptible. Tal vez hasta fuera peor ofrecer algo a cambio de nuestra libertad. Cómo explicar el asunto en casa. Mi madre sabía que fumaba mis petas pero la mujer se indignaba y sufría ante cada nuevo descubrimiento. Además, conociendo un poco a esos “cerdos”, no se cortarían un pelo para reprimirnos, maltratarnos y condenarnos por un poco de maría. Pasaríamos todo el fin de semana encerrados en un calabozo para luego someternos a una denuncia fiscal y un proceso penal. La alegación de consumo para librarnos de la sanción no parecía alentadora. A nuestros 18 dicho encuentro era suficiente motivo para entender nuestras vidas hundidas en un solo instante. Lo peor es que estábamos tan colocados que tampoco atinamos a decir nada. La realidad nos cayó encima de golpe e hizo trizas todas nuestra ilusiones de noveles-fumetas. Escuchamos la orden de bajar pero no tuvimos tiempo. La patrulla se dio de narices contra la parte trasera de la 4x4 y el policía que la conducía salió de ella aturdido con un hilo de sangre que le recorría la cara. Un par de borrachos, por demás oportunos, acababan de estrellar el coche contra las águilas-negras, frustrando cualquier intento de continuar la intervención en trámite. Los problemas se terminaron, por lo menos para nosotros. Devolvieron la cartera al conductor y le pidieron marchar. Mientras “huíamos” del lugar a toda velocidad -entre gritos y risas- pudimos ver como el policía reducía al conductor del coche estrellado contra la patrulla. Teníamos un ángel de la guardia alcohólico. Borracho entrañable. Tan desesperado en sus intentos por salvarnos que pasaría varios meses en una carceleta dando explicaciones y pagando multas a la espera de una condena final. Nosotros lo teníamos claro, a pesar de todo nunca iríamos a visitarlo, no fuera a ser que algún águila nos recordara y le diera por rapiñarnos.

Seudónimo: TOQUE MADERA

**C.Cultura** · , 20:02:10

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Marcos Duarte

Aquel era su primer día, Marcos Duarte se encontraba en la entrada de una espiral descendente que era seguro, le iba a llevar a explorar los rincones más oscuros de su alma y la de los que le rodeaban. No sabía como había llegado a parar al límite en el que se encontraba aquel atardecer y lo que era aún peor, más difícil todavía era el saber como saldría de él. Sólo había una dirección que seguir y era la de no mirar atrás y seguir avanzando.
Aquella noche irían a por unos chivatos a los que les harían pagar por su traición. Aunque Marcos nunca había participado en nada parecido, sabía perfectamente lo que les esperaba. A su propio primo le sucedió algo parecido cuando estaba en los Halcones de los zetas. Sabía que no sería agradable de ver y lo que más le atemorizaba, de hacer.
En aquel momento todos se fueron a rezarle a la Santa Muerte para pedirle por ellos y que les acogiera sin sufrimiento, que les proporcionara llegado el caso, una buena muerte. Después del ritual de cada día de caza, prepararon sus armas, se subieron a sus carros y salieron a buscar a sus objetivos.
Marcos tenía el corazón en un puño y el estómago tan cerrado que le repugnaba ver como aquel gordo Z Viejo iba comiéndose unos tacos mientras iban en La Estaca, un viejo y destartalado furgón que escondía a sus cinco ocupantes. En aquel momento varios de ellos empezaron a meterse coca mientras arrancaban a cantar y también le ofrecieron a él, pero se negó. A lo que los que consumían se rieron y pensaron: ?¿A más tocamos!? En lugar de eso, el gordo le ofreció un poco de marihuana, y le dijo: ?Toma pinche, esto te calmará esos nervios, no sea que una huevonada tuya nos chingue esta noche?. Marcos cogió aquel churro y le prendió fuego. Hacía años que no fumaba, desde que era chico antes de entrar en el ejercito, pero lo que se aprende no se olvida. Una calada, dos, la tercera fue más intensa si cabe. Al momento empezó a notar los efectos. Uf! Pensó, realmente aquella mierda era buena. Enseguida consiguió olvidarse un poco de donde estaba, y lo que era más importante, de a donde iban. Aquella música de la radio del coche logró evadirle de la siniestra realidad en que se había metido. ?Maldito anuncio, ¿Por qué habría llamado?...? 5.000$ semanales era lo único que sonaba en su cabeza.
Otra calada más, se acordaba de su primo, de cómo acabó decapitado en aquel vertedero de Ciudad Juarez. ?Malas compañías y poca cabeza?? se respondió. ?Poca cabeza?? se sonrió. Le hizo gracia esa afirmación y una pequeña carcajada se le escapó ante la mirada de sus camaradas. Todos se giraron con gesto serio, hasta el conductor le miró. Marcos se retrajo en el asiento con cara de no entender nada. El que estaba a su lado le miró fijamente a los ojos y con cara de loco le preguntó: ?¿De qué te ríes?? ? Marcos volvió a la realidad tan rápido que casi se mareó, no entendía nada. En ese momento pasaron unos segundos que parecieron eternos, después de que el increpador sacase su arma y apuntase a la cabeza de Marcos. Manteniendo toda la entereza que pudo, Marcos abrió la boca para contestar, pero el gordo Z Viejo lanzó una carcajada tan grande que el narcocorrido que estaba sonando en ese momento quedó ahogado bajo ella. En aquel momento todos rompieron a reir a grandes risotadas y el compañero de Marcos le dio un abrazo después de guardar su 38mm e su pantalón. ?¡No te cagues güey! ¡Jajaja! ¡Es pronto todavía! Verás cuando le cortemos la legua a esos maricas mientras aún estén vivos, ¡Eso si será para cagarse encima! ¡Jajaja!?
Marcos Duarte rió tímidamente, e hizo un gesto de asentimiento que los demás recibieron de buen grado antes de volver a entonar el tema que sonaba en la radio. Un momento de reflexión y una nueva calada para tratar de evadirse de nuevo. Ya estaban en Tepito y pronto pasarían por la tranquila calle de Peralvillo, donde harían su primera parada. Un chivato menos en las calles esa noche, pero no sería el único, la lista del gordo aguardaba y el alba aún estaba muy lejos. Un amanecer que Marcos confiaba en volver a ver para poder llevar a casa aquellos malditos 5.000$ que tanta falta hacían. Su hijo que estaría en la cama esperaba y su mujer que ignoraba todo ésto, con él.

Seudónimo: Mr. Trapaza

**C.Cultura** · , 20:03:31

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Lo intenté evitar.

Lo intenté evitar, con todas mis ganas lo hice, pero no lo conseguí y el automóvil salió de la calzada en una curva a izquierdas con un desnivel suficiente como para que empezara a dar vueltas de campana hasta acabar frenando de un golpe con un árbol de tronco enorme, de esos que tienen más de trescientos años.
Pensé que no seria mucho, los golpes fueron duros pero creía que no tanto como para quedarme empotrado sin poder salir por ningún sitio, gritaba sin cesar pidiendo ayuda, pero nadie llegaba, nadie.
Creí morir en aquel sitio, aquel descampado en mitad de la nada, en esa carretera por la que pasaba todos los días de mi perra vida para ir y venir de trabajar.
No fue así, pero no recuerdo el momento en que me recogieron ni quien lo hizo, supongo que los bomberos y los servicios de atención medica del pueblo más cercano.
Ahora y después de varios meses puedo empezar a ver la luz, pero estoy discapacitado de por vida. Soy un minusválido más de este centro de rehabilitación para graves problemas de accidentes laborales y de trafico.
Hace unas semanas que uno de mis compañeros de habitación, de tertulias y gimnasio recibió una visita, eran unos amigos de su barrio, todos ellos jóvenes pero no demasiado, tenían una actitud alegre con la vida, y a pesar que a Dani le faltaban las dos piernas a la altura de las rodillas todos se reían a carcajadas de su nueva identidad, él incluido. No me podía creer que tuvieran esa actitud, con el problema que se le venia encima al chico, quince o veinte años menos que yo, pero alegres y contentos estaban todos allí reunidos en uno de esos bancos que hay en el exterior del edificio y que miran al mar.

Necesitaba saber como lo hacia para poder reponer esa moral que nos hunde a los que estamos en este estado de minusvalía permanente, como hacia para que no le dolieran los muñones o la espalda por estar todo el día sentado o tumbado?. Me arme de valor y le pregunte como era capaz de tener la moral tan alta y ser tan exageradamente fuerte.
Claramente me explico lo que era, y aparte de tener una moral de hierro y afrontar que no le quedaba más remedio que seguir adelante sin piernas, podía reír o llorar, sentir dolor o amor, vivir al fin y al cabo...puesto que perdió a sus padres muy joven y solo se tenia a él mismo y a sus amigos que tanto le animaban y querían.

Ellos hacia tiempo que venían cultivando marihuana para uso lúdico, eran jóvenes y saben que significaba el mercado negro, por lo que no pensaron en los problemas sino en las ventajas y cada año sus cultivos eran mejores en calidad y cantidad. Me explicaba que hacia tiempo fumaba habitualmente como consumidor de uso lúdico, para mi era un tema algo lejano, me fumaba algunos porros de hachis malo cuando hice el servicio militar, pero lo deje allí y para mi eso de los porros era de barrio bajo, de esquina oscura, de antros nocturnos.
Me hizo tener curiosidad por el tema. Ya había oído algo sobre su uso
terapéutico para depende que trastornos, pero nunca me había cuestionado el hecho de utilizarla.
Aquella tarde de verano, sentados en nuestras sillas de ruedas al lado del mismo banco donde días atrás lo veía reírse y disfrutar con sus compañeros, mirando al mar, con unas vistas impresionantes me fume mi primer cigarrito de marihuana. Fue algo sublime, me cuesta explicar, las primeras caladas fueron duras era un sabor y una reacción que no conocía pero mi cuerpo entró en otra dimensión, los dolores y molestias se tornaron insensibles, y la chispa llegó otra vez a mi cerebro....reímos hasta dolernos el pecho,
lloramos de felicidad al ver que estamos vivos.
A partir de aquel momento la utilizo a diario, y hace que mi día a día sea más llevadero en este enclaustramiento momentáneo hasta que no recupere toda mi autonomía.

Seudónimo: SANJON EDRU

**C.Cultura** · , 20:05:04

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Se me va a caer el pelo

No sé cuánto me va a caer. ¿Se veía venir? No estos ojos, desde luego, estos ojos que no se les escapa una. Pues esta se les escapó. Ahora están cerrados, y apretados contra las rodillas en postura fetal, me he jurado no mirar a mi alrededor, es demasiado horroroso. Qué marrón. Han sido muchos kilos como para decir que eran todos para fumarlos. Es la fatalidad lo que ha venido, no quiero especular con la condena.
Sin embargo, caer por semejante estupidez, eso no lo hubiese podido evitar nadie.
Mira que no habrá camello más gandul que Pepín. Está muy gordo, de no moverse. Tiene un pronto, es cierto, que impone cuando se levanta, y eso le convierte en un exitoso comerciante. Su regularidad es encomiable, su clientela fiel. Hijo de su padre, también camello, que jamás pisó una cárcel.
Su padre estaba asociado con un ex-capitán de la Guardia Civil, expulsado del cuerpo por deshonrar el uniforme y que, tras una breve condena, se retiró a su lugar de origen, una casa solariega a escasos kilómetros de una pequeña villa donde vivían los ?Pepines?.
Pasando los años, el capitán trabó amistad con Pepín padre, ambos habían servido casualmente en el mismo destino durante el servicio militar, en las Islas Canarias, aunque en diferentes momentos. Lo que más atrajo al ex-capitán de Pepín (padre) era su evidente neutralidad en todos los conflictos que pudieran acontecer al ser humano.
Juntos habían adquirido una cierta afición por los porros de grifa que fumaban cuando se quedaban si tabaco. El ex-capitán tenía una buena provisión, puesto que él mismo cultivaba algunas matas entre las tomateras. Tal vez rascaba más de la cuenta y había que hacer cigarrillos grandes para quitar la gana del tabaco, pero invariablemente acababan las tertulias riéndose de todo lo habido y por haber.
La confianza adquirida paulatinamente y las penurias propias de los primeros años de la democracia hicieron el resto. Unos hippies que frecuentaban la ciudad le dieron a conocer a Pepín el valor de la marihuana en el mercado de las drogas, y ese mismo día se lo comunicó al ex-capitán, que no podía comprender como se podía pagar esa fortuna por una mala hierba.

Más de treinta años después, las matas del ex-capitán se habían convertido en un búnker subterráneo con más de diez mil plantas en sistema hidropónico, que se procesan en la misma propiedad convenientemente camufladas como productos agrícolas y reportan unos beneficios netos cercano al millón de euros por cosecha cada ocho semanas.

Abastece al rudo mercado de la Europa del Este, atendida con precisión por doce emigrantes clandestinos originarios de Schezuan en la China que, a pesar de llevar años en España aún no han visto la luz del cielo y trabajan por una pitanza.
El trataba con los del Este y yo le proporcionaba la grifa, punto pelota, llevaba las cuentas muy bien y convertía la mierda de las vacas en fertilizantes ultraespecializados que se vendían en exclusiva a una enrevesada empresa lituana que pagaba millones por los camiones que salían de la granja, y hacienda impresionada. Todo más falso que un gato ladrando. Y ni aún así dábamos abasto con los billetes.
Tal que le dije a Pepín que si quería comprarme billetes a setecientas el kilo y se echó a reír, palmeando mi espalda a modo de consuelo, eso lo arreglaba él en un periquete. Me dijo.

Reformaríamos la parte de atrás del caserío, que estaba muy abandonado. Pondríamos un jardín versallesco, con su veranda, su pajarera y un invernadero blanco de cristal para cultivar geranios. Ninguno de los dos nos hacíamos jóvenes.
Pepín se encargó de todo y no escatimó gastos, trajeron una empresa de construcción de gran prestigio, con todos sus operarios titulados que hacían las casas de los futbolistas, y hasta me animé a convertir el cobertizo en un pequeño chalet suizo, para traer putas a casa sin dar guerra a nadie. Pero hete ahí que uno de los operarios, un jardinero especializado que se disponía a organizar los trabajos de limpieza, observó unas plantas de marihuana entre la maleza y dio parte a la Guardia Civil, que se presentó esa misma noche cuando estábamos con la puerta del búnker abierta cargando fardos.

Las plantas del capitán se habían aclimatado. Qué marrón

Seudónimo: Aseitunero

**C.Cultura** · , 18:47:28

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NUEVOS MUNDOS

Apretó el botón rojo y el mundo empezó la cuenta atrás previa a su aniquilación total. Diez segundos después los misiles abandonaban los silos a velocidades supersónicas, así como los satélites camuflados fijaban sus objetivos disparando ráfagas de láser.
Las tropas de ataque de todos los países saltaron a un tiempo de sus trincheras disparando a diestro y siniestro mientras los tanques y cañones vomitaban hierro sin distinciones arquitectónicas. La gente de la calle cambió en pocos momentos sus hábitos y rutinas por una furia incontenible, viejas tirando las macetas desde las ventanas a las cabezas de los transeúntes, bebés mordiendo los pezones de sus madres, cirujanos en plena operación arrancando las tripas de sus pacientes, antenistas y obreros de andamio empujándose unos a otros al vacío, todo era muerte y sangre, pero ninguna desolación podemos añadir.
La psique general se concertaba por una vez en la historia donde solo cabía la muerte del humano vivo. Nadie derrochó un átomo de energía en otra cosa que no fuese matar a alguien, nadie lloraba ni gritaba más de lo que el propio dolor físico le obligaba, era muerte con y para la muerte, ni el budista más calmo ni el misionero más cándido se vieron importunados por sus creencias, ni los filósofos más eruditos se molestaron en buscar razones, era matar y matar y matar y matar, las explosiones se convirtieron en banda sonora y carecía de intervalos armónicos, nada de bumbumbún, sino un rrrbbbummm continuo que asolaba en creciente onda expansiva todo lo habido y por haber.
Apenas cuatro horas después el planeta tierra era una masa informe desplazada de su órbita sin más dirección que un eterno vagar por el espacio en busca de un choque con un meteorito que terminase por desintegrarla, cosa que ocurrió apenas unos minutos después, esparciendo las moléculas elementales en imposibles aleaciones que dieron lugar a gases que se confundieron con la antimateria a medida que eran absorbidos por un agujero negro.
El silencio espacial reinó por unos instantes. De pronto, en el horizonte del cosmos una forma de tres infinitos de anchura atravesó de izquierda a derecha el Todo, llevándose por delante millones de galaxias repletas de soles, estrellas y exoplanetas y fue a estrellarse contra una superficie de cuatro infinitos que produjo un sonido similar a nada que se pueda imaginar desde una perspectiva humana.
El Dios maestro adiestraba al pequeño todopoderoso en la creación de mundos y por eso le había dado una colleja.
-Te tengo dicho que le pongas más atención, idiota. ¡Hale! ¡Otro mundo a tomar por el saco! Venga, empieza de nuevo, y esta vez... ¡Pon más marihuana!

Seudónimo: Santurrón.

**C.Cultura** · , 18:49:02

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Orugas asesinas

Los esquejes no enraizaron bien y las plantas se quedaron pequeñas. Las hostilidades conyugales tampoco ayudaron. A mí me gustaba pensar que la causa de los problemas en el cultivo de ese año era la ?mala vibra? que se respiraba en casa a propósito de la separación, pero lo cierto es que la clonación no fue del todo correcta. Además, una vez más empecé tarde la temporada y dado el tiempo invertido en discusiones con mi hoy ex mujer poco quedó para dedicar a las plantitas que empezaban su ciclo de crecimiento en el balcón. Las índicas estiraron un poco pero las sativas quedaron tan pequeñas que parecían los bonsáis de un friki. Como si no bastara, los ácaros habían aprovechado la debilidad de las pequeñas para formar colonias sobre sus hojas, alimentar a toda la parentela y reproducirse. Flacas, enanas y amarillas las trasladé a mi nuevo cubil. Eran una invitación a la depresión y la vergüenza. Sus defectos me recordaban los míos y sus errores parecían caricaturizar todos los cometidos en los últimos años. Pero no me amilané. Le puse cara a la crisis y me motivé ante la posibilidad de salir airoso. Era mi primera oportunidad de reivindicarme y demostrarme capaz por difíciles que se pusieran las cosas. Fumigué, trasplanté y fertilicé. Escogí el mejor rincón de piso y decidí dedicarles mis horas más lúcidas. Los resultados no se hicieron esperar. Las niñas cambiaron el amarillo hepático por el verde selva. Las hojas crecieron y los tallos se ensancharon. Los ácaros desaparecieron y me enfrenté a los efectos del retraso con un estimulador de floración. Eso sí, vivía oscuras. En mi esfuerzo por sobrevivir debía evitar cualquier tipo de contaminación lumínica. Mi nuevo piso de soltero fue conseguido a la medida de mi precaria economía y por eso los espacios eran bastante limitados. Mis mayores privilegios nocturnos eran el fútbol, las pelis y el sexo. No hacía falta luz para tales divertimentos. Y entonces, cuando ya respiraba tranquilo esperando la nueva cosecha, aparecieron los gusanos. Las temidas orugas asesinas anunciaron su presencia a punta de mordiscos en las hojas y caquitas negruzcas y ácidas en los tallos. A pesar de los años experimentando nunca antes me había enfrentado a ellas. Primero se posicionaron sobre las sativas y luego las vi asomarse sobre las índicas. A esas malditas hay que combatirlas cuerpo a cuerpo. Sacarlas y exterminarlas manualmente. Mis incursiones nocturnas linterna en mano fueron infructuosas. No lograba pillarlas.

Ninguna medicina causaría efecto alguno si no retiraba previamente a todas las invasoras. Debía actuar rápido y fue así que cambié las noches por los amaneceres. La lucidez post ducha helada mejoró mi perspectiva y en una sola mañana capturé doce gusanos. Fosforecían a la luz matinal. Vistos bien, lucían un verde hermoso, THC en estado puro. Criados por mis plantas, eran hijos predilectos de sus más valiosas esencias y manjares. Así, mientras se retorcían buscando la salida a la palma de mi mano se me ocurrió una gran idea. Qué tal si en lugar de aplastarlas y maldecirlas hago un negocio con ellas. Qué tal si en lugar de enemigos nos hacemos socios y trabajamos juntos por un futuro mejor. No lo dudé. Zambullí las orugas en una botella de pisco peruano y las dejé macerar a la sombra. Ese año vencí la plaga de orugas y la cosecha fue buena dentro de lo que cabe para un proceso tan accidentado. Pero mi experimento fue un éxito. El primer brindis entre cultivadores un año después lo confirmó. El ?pisco de oruga? no sólo había adquirido un olor y un sabor exquisitos sino que cada gota equivalía a una calada y cada calada recordaba nuestros nirvánicos días de otras vidas placenteras. Desde entonces he renunciado a fumar la maría. Ahora la bebo y en ese trance no es raro que termine masticando gusanos. Sigo cultivando pero ahora la cosecha importa poco. Es más, procuro crear en casa condiciones idóneas para que las plantas se llenen de orugas y estén en capacidad de alimentarlas volviéndolas largas y gordas para su maceración. Seguro hay formas más eficientes de hacerlo pero lo artesanal y casero siempre me ha gustado más. He descartado todas las medicinas, yo ya tengo la mía. Acabo de patentar mi invento y es previsible que este año maceremos orugas también en ron y tequila. Las exportaciones empezarán en cualquier momento. Haga sus reservas con anticipación.

Seudónimo: TERCAMUL FORTE 500mg

**C.Cultura** · , 18:50:29

Respuesta: Relatos Cannabiscultura

SADAZAR (UN LUGAR DONDE SOÑAR)

Caminando tras su huellas llevaba, ya cientos de lugares recorridos; cabalgando sendas, ondeando mares, traspasando glaciares y demás pequeños incentivos que enriquecían la búsqueda de aquél increíble pero desconocido paraje, del cual se contaban fábulas, mensajes difuminados en su contexto por el paso de los siglos.

Había días en que por mi mente asomaba la duda de si debía continuar aquel viaje desaprobado por todos, pero tan emocionante y necesario para mi corazón aventurero sediento de emociones nuevas y trepidantes, pero mi olfato me decía que algo se avecinaba, y si en mi vida me fiaba de algo era de mi buena intuición.

Así pasamos el verano navegando por los calurosos mares de zeren, tras dos meses y medio decidí cambiar de medio de transporte.
Desembarque en Silas, un mitros tercer día de la semana, con 10 soles en el bolsillo, suficiente para alquilar un caballo y un jinete, ?perfecto", así lo hice.
El nombre de mi nuevo colaborador era Paar, un hombre de apariencia tranquila y poco hablador, aunque esto era secundario ya que debido a que no hablábamos la misma lengua, nuestra comunicación se limitaba a gesticular y asentir, aún así el entendimiento era muy bueno, así que a la mañana siguiente cuando la cuarta solar asomaba a lo lejos decidimos comenzar la ruta del kajdan?

Cabalgamos todo el día por áridas laderas y angostos valles, apenas deteniéndonos para apaciguar la sed, hasta llegar a una pequeña arboleda donde decidimos trasnochar.
Esa noche entre sueños, sentí como mi cuerpo trascendía de mi interior hacia, el lugar que buscaba, noté en mi la paz del entorno, Sadazar estaba cerca, percibí a lo lejos un fuerte y penetrante olor, sería la planta ensoñadora , aquella que relajaba a seres de antiguas edades, alentado por mi subconsciente, desperté repentinamente y reemprendí la marcha y me despedí de Paar, prosiguiendo así el camino en solitario.
Hoy era el gran día estaba seguro, mi corazón latía rápido, por fin una gran incrustación de piedra me daba la bienvenida a Sadazar, restregué mis ojos con fuerza no fuese un espejismo lo que estaba leyendo y justo mientras hacía este gesto un pequeño sadazaro estiraba mi bota y me ofrecía una olorosa bebida, que por supuesto agradecido recogí y probé, con tanta emoción en dos tragos engullí el mejunje que era un poco espeso, pero sediento ya sabéis que uno no se anda con reparos, agradecí la ofrenda y me preste a visitar el poblado.

Avance hasta llegar a un gran árbol donde sarix el joven habitante, me indicó un amarradero para dejar descansando el caballo, qué sorpresa me llevé que al intentar desmontar, me trabé un pie, noté como la orden que mi cerebro enviaba a mi cuerpo se ralentizaba como una tortuga que corre hacia el mar, y da un paso adelante y la ola empuja hacia atrás, noté como que ya no dominaba ni espacio ni tiempo, así que decidí relajarme y fluir, y el chico me ayudó a bajar tendiéndome su mano amablemente, me guió hacia una pequeña choza acicalada con guirnaldas florales de colores vivos y tallas de madera con formas de animal.
Entramos y una linda mujer me dio otro vaso del anterior mejunje, y le llamó ganja, me muestra unos densos cogollos con los que hace la bebida junto con leche de cabra, cuando pude reaccionar me di cuenta de que sí, por fin había encontrado la planta ensoñadora, es más ya sentía sus diversos e inesperados efectos.
Ahora espero que esta tribu me acepte y poder conocerles e integrarme con ellos, y respecto al futuro que prosiga su propio curso, yo de momento prefiero soñar?

Seudónimo: IBIS.

**C.Cultura** · , 19:32:09

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A partir de aquí relatos de Octubre 2010

S.X.

Nadim no se acordaba de nada. Se despertó en su alcoba como siempre, pero no recordaba cómo había ido a parar allí. ¿Qué había sucedido anoche?, ¿era todo un mal sueño?
Intentó reclinarse un poco sobre el viejo jergón de paja y entonces un extraño dolor de rodilla trajo consigo el leve recuerdo de la noche pasada. Había estado cenando en casa de su amigo Radiq, ahora sí que se acordaba de los dulces que había preparado azah, su mujer, y de aquel raro instrumento, narguile le decían. Otras veces antes ya había tenido ocasión de probar aquella resina tan singular, incluso las flores de las que se extraía. Pero aquel haschisch parecía diferente. Decían que no provenía de África, sino de tierras mucho más lejanas. Su olor, su sabor, su textura… nunca se había sentido tan distinto después de haber fumado.
Se despidió de sus amigos entre tartamudeos. Se sentía físicamente torpe, pero la cabeza… eso ya era otra cosa, pues sus pensamientos fluían mejor que nunca. Por eso quería estar solo, para poner en orden aquellas sensaciones.
Lo primero que notó al poner los pies en la calle fue frío. Era curioso, porque minutos antes un calorcillo muy agradable se había adueñado de su cuerpo. Decidido a caminar, puso rumbo hacia la gran mezquita. Quería deleitarse con sus formas bajo el prisma que le daba aquella sensación tan extraña.
Bajó rodeando el barrio judío. Aunque aún estaban las puertas abiertas, no tenia ganas de mezclarse con la gente. Se sentía extremadamente ligero, Sus pies iban pisando el empedrado pero apenas se apoyaban, o al menos eso es lo que Nadim pensaba. De la torpeza inicial había pasado a una ligereza insólita.
Se sentía a gusto. Iba bajando la estrecha calle que le acercaba al patio de la mezquita cuando empezó a percibir los olores ¿Habían estado siempre ahí? ¿Por qué no se había fijado antes? Siempre le había parecido que olía mal en Córdoba, pero en aquel momento se mezclaban las flores de los patios cercanos con las especias del zoco al otro lado de la calle. Un popurrí de jazmín, azahar y otras flores secas se agolpaba por entrar por su nariz. Él, tan dispuesto en consumir todo lo que esa magnífica noche le ofrecía, cerró los ojos. Siguió caminando disfrutando del perfume de la noche… y del silencio.
Creía que no escuchaba nada, pero en realidad lo oía todo. Unos perros ladrando en una munya a las afueras de la ciudad, el arrullo del agua en alguna fuente más cerca, grillos cantando que parecían estar dentro de su cabeza, hombres discutiendo por las calles del zoco, un bebé llorando desde un palacio… Era increíble la cantidad de sonidos que podía distinguir. Pero de lo que no se dio cuenta fue de una vieja silla que tenía delante. El golpe lo devolvió a la realidad.
Ya con los ojos bien abiertos fue recorriendo la fachada de la mezquita. Aunque todavía quedaba mucho para terminar la tercera ampliación, el resultado era maravilloso. Bajo aquella luna perfecta se erguía el minarete con un color plateado. Era mayo, y la noche despejada daba al edificio una blancura inusitada. Todos los colores le parecían nuevos, las sombras eran más oscuras, los arcos más perfectos, las puertas más doradas y la luz… la luz brillaba más que nunca. ¿Cómo podía haber tanta luz si era de noche?, ¿la luna antes había iluminado tanto? ¿Por qué todo le parecía tan atrayente esa noche?
No, estaba claro que no había sido un mal sueño. Había sido una noche perfecta.

Seudonimo: Haidi.

**C.Cultura** · , 19:34:33

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COMIDA HECHA, COMPAÑÍA DESHECHA.

Aquella semana estaba siendo un poco caotica, el viernes estaba echo polvo, total habian sido 72 horas seguidas preparando una inspeccion sorpresa de hacienda, mi jefe andaba estresado, yo andaba quemado y mi novia aguantando mi humor de perros.
Lo peor llegaria el finde, en teoria yo iba a cocinar para mi novia y su familia, cosa que me reventaba, yo habia dejado la cocina en el año 94, asqueado de toda la mierda que se mueve alrededor de un restaurante pero a pesar de eso la gente me seguia insistiendo para que cocinara, putas estrellas michelin, si vale, dinero, gente importante y amargarte la vida cocinando para hijos de puta, 20h diarias de curro cocinando mierdas para pijos, lo mejor fue dejarlo pero aun asi a veces tenia que cocinar para gente que me caia mal, mis suegros me caian mal.
La comida estaba programada para el domingo así que en teoria habría que madrugar, iba a la minute, no tenia nada pensado así que el sabado por la noche cogi mi pipa y sali a buscar inspiración, por desgracia (no para mi), me encontre con mi colega de la infancia fernando, mas o menos aprendimos a cultivar juntos y las primeras semis que vi en mi vida las consiguió este tio de no se quien que cultivaba en el pueblo de al lado, esas semis acabaron en una guerrilla caotica ya que ninguno de los dos teniamos ni casa, ni puta idea de cultivar en esos momentos, la imagen que yo tengo de fernando es su pantalón militar, la mochila llena de botellas de agua, y los paseos de madrugada linterna en mano por el monte, buff, que recuerdos, tengo que volver a plantar en guerrilla, fernando ahora era un abogado medio importantillo, se habia ido de Asturias y andaba algo amargado en Madrid, seguia cultivando (y quien no?).
La noche se complico bastante cuando dijo “me traje semis de Tailandia y las plante, mira que cogollos”, dios¡¡¡ en ese momento la semana paso de ser una semana de mierda a una semana memorable, tengo que decir que el primer canuto no note que fuera muy potente, era un colocon muy limpio y lucido, al principio algo inapreciable pero demoledor al final.
Habia buen rollo en aquel bar, la musica surfera de los 50-60 se adaptaba muy bien al momento, el padre de fernando habia sido cocinero y fernando tenia marcado a fuego como hacer ciertas cosas así que cuando le conte el barro que tenia para el dia siguiente lo unico que hizo fue reirse y decir “no cocines, ya no te gusta”, no era verdad, me gustaba cocinar para la gente que queria y me gustaba cocinar guisos tradicionales, pero la gente esperaba de mi pijaditas modernillas en platos negros de pizarra, fernando lo sabia, mi novia lo sabia, (después de 8 años cocinándole tenia que saberlo). Joder aquella yerba estaba cojonuda, me estaban viniendo mogollon de ideas para cocinar, y la que mas me gustaba era que cocinara otro, y ya que fernando estaba alli ¿quién mejor?
Eran las 6 de la mañana cuando le dije “te toca cocinar”, eran las 6:37 cuando se le paso el ataque de risa posterior.
Fernando no era cocinero pero era mejor cocinero que la mayoria de profesionales del sector, si es que existe algun “profesional” en ese cubo de basura aliñado con cilantro y jengibre amargo, el rollo de fernando era totalmente old-style, guisos currados sin ningun tipo de artificios, a las 7.30 llegamos a mi casa y nos pusimos a revolver en la cocina, ollas, ingredientes y libros, entre mis libros de cocina fernando se pillo el de “como cocinar con maria”, a los 20 min. Ya habiamos decidido hacer dos guisos distintos, uno para nosotros dos y otro para el resto de la family, evidentemente tendría que parecer el mismo, fernando sugirió arroz a la tailandesa, y usar su bolsa de yerba, al final se quedo en un rissoto de finas yerbas especiado,

Sobre las 12 de la mañana llevábamos una fumada importante y no se en que momento fernando habia sacado toda mi cosecha del armario, tenia una pakistani de cogollos morados que no se como ni cuando acabo en el arroz, el problema es que habia dos ollas y entre mi fumada y la empanada que llevaba fernando de fabrica, habia demasiada maria en esa cocina y paso lo que tenia que pasar.
Nos dimos cuenta que estabamos en el barro cuando empezo a llegar la gente y fernando pregunto ¿cuál es la nuestra? Jeje, bien, la disyuntiva era ¿lo sirvo y que pase lo que tenga que pasar, o dejo que me corten los huevos?
Era menos problemático servirlo pero tenia que asegurarme de que no comieran mucho, reserve el tailandes para nosotros y me puse a estropear el pakistani para que supiera mal y estos no se pasaran, menudo rissoto, nunca habia visto un rissoto purpura, entre eso y que fernando y yo no nos habiamos acostado no se si esta gente huiria por piernas, le eche un par de puñados de sal y como 30 gramos de cilantro para que vieran que yo era un cocinero moderno,
No se como coño les pudo gustar, el caso es que se lo acabaron, a las 5 de la tarde yo y fernando estabamos fumando su sativa tailandesa mientras los demas estaban buscando acomodo para dormir, la comida discurrio con muy buen rollo a pesar de nuestro evidente mal estado, y lo que iba a ser un infierno para mi se convirtió en una fiesta superdiver con mi colega de infancia mientras mi familia política dormia por las habitaciones y los sofas.
El día acabo como tenia que acabar, paseo por el monte linterna en mano a las 3 de la mañana con dos sacos de tierra y un puñao de semis, si vale, eran las 3 pero ya me pelearía con hacienda mañana, hoy estaba haciendo cosas IMPORTANTES.
La semana siguiente fue una avalancha de “que rico el arroz” y de “perdona por habernos dormido” xd, en fin lo que pasa en una cocina se queda en una cocina y Nadie sabe lo que esta en la olla mas que el que la menea,

Bon apetit.

Seudónimo: Gaitatirolesaenfasostenido

**C.Cultura** · , 19:35:32

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EL ANTIDOTO

Tenía un solo destino, se había ofrecido voluntario para una misión, a pesar del
Consejo que le daba su abuelo el druida de la Horda cuando tan solo era un joven aprendiz:
- Canno nunca te ofrezcas voluntario para nada en esta vida..
Pero hizo caso omiso a los consejos de su anciano abuelo, que aun tenia tatuado en sus retinas esas arrugas que como sierpes dibujaban curvas en su verde y vetusto rostro.
Y cuando digo en su verde rostro no estoy usando una metáfora, ya que canna pertenecía a una de las hordas tribales del planeta Tarnasia, y el pigmento que protegía sus fino tejido epitelial era verde, como los bosques de Sarrania .
El joven canno había cometido la locura de ofrecerse voluntario, a una misión para salvar a su tribu, pero no penséis en una tribu de individuos con taparrabos, que la verdad si que los llevaban. Su tecnología en muchos aspectos era infinitamente mas avanzada que la de los humanos que habitan este pequeño planeta llamado tierra, que por cierto era el objetivo de su misión
No os puedo decir mas, porque ni el sabía los detalles de tamaña empresa, solo sabia que debía ir al planeta llamado Tersena que es como llamaban a este trozo de piedra que nos sostiene y soporta desde hace tantos siglos y nosotros llamamos Tierra.
Con pesadumbre y cabizbajo cogió su petate con destino a lo desconocido y en menos que cae una hoja al suelo en otoño, nuestro singular personaje se encontraba en el planeta desconocido con un tubo de zinc bajo el brazo, que protegía de los rayos solares el pergamino que enroscado guardaba los misterios y entresijos de su misión...
Lo primero que hizo nada mas quedar posado en la ingravidez desproporcionada de su nuevo hogar, fue vomitar sobre un prado verde, tan verde como era su piel.
De repente recordó lo que sus dedos sostenían y presto se dispuso a abrir el cilindro y ver cual era la maldita misión:
Canno tu única misión en el planeta tierra es encontrar estas dos sustancias el XyX y el YxY que son el único antídoto contra el azote de Sif que se extiende como un virus sobre los Tarnasianos.
El Sif es una especie de estado de animo que se estaba propagando sobre los protagonistas de este relato, los Tarnasianos, y era una especie de desidia, que pasaba por un estado gris de la personalidad y convertía su forma de pensar en la de una máquina sin imaginación, y esto los sabios del gran clan sabían que seria su extinción.
Se dispuso a buscar, y a probar todo lo que esta tierra nueva podía darle, ya que sus papilas gustativas podían separar los elementos de las sustancias, y las distinguía con la misma nitidez que la vista los colores…
Degustó el vino, los higos, todas las frutas, olió el humo de los tubos de escape, bebió de los rios, saboreó todas las delicias del planeta….. no encontraba lo que buscaba, la desesperación y la agonía se apoderaba de su animo, cuando oyó a un grupo de chavales que llevaban unas garrafas y miraban hacia todos sitios para ver si los seguían, eso fue lo que hizo nuestro Joven amigo Canno, seguirlos.
Vio como vertían el contenido transparente en las plantas como la tierra lo absorbía y como las hojas lo agradecía estirándose hacia el sol. Llegó a el un olor a melaza, a diesel, a resina, a incienso y a frutales, todo mezclado en una sinfonía de aromas, sus músculos se tensaron y como impulsado por un resorte se acercó a ellos, y los preguntó de que planta se trataba, según lo hacia, el humo que desprendía un tubito blanco que colgaba de la comisura de los labios de uno de ellos, llego a el, adentrándose como un oleaje en su boca.. Zashhh lo encontró era el THC y el CBD lo que buscaba y salvaría a su pueblo de la desidia y el sería su salvador.

Seudónimo: nikolus

**C.Cultura** · , 19:36:46

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PLAZAGHESTHOUSE.

Aquel dia en uno de los espasmos provocados por el bromodragon fly del desayuno habian echo que esta jodida puta se retorciera por el suelo expulsando mierda mezclada con sangre por su ano inflamado ,

cuando el unicornio de 6 patas le metio su cuerno parecio aliviarse pero todo eran ilusiones infundadas, era como meterse un taladro con una broca del 27 hasta el fondo del recto,

aquel gilipollas borde engreido me habia follado bien, estaba siendo una tarde perfecta, luego saco su yerba, blue mountain no seque no secuantos, lo unico que pude percibir fue que llebava el puto jwh-018 que le habian empezado a echar en el hacia 20 años,2010?? si, colocaba mas, pero a fuerza de perder los ovarios por el camino,

de todas las formas la fume y se me ocurrio play music to fucking sou loud , cuando empeze a perseguir al conejito blanco por las baldosas amarllas ya me habia tomado aquella mierda de rc que me habian mandado, sin enegy control estaba perdido, me lo habia tomado sin saber lo que era, en teoria bromo nosecuantos en la practica la peor mierda que haya entrado en este cuerpo, excepto el semen de mi ex pero eso es otra historia

al principio habia molado, fumando mi yerba sin el puto jwh, marroquis de toda la puta vida, reservaba unas 6000 desde el 2012 cuando todo se empezo a ir a la mierda con los trasngenicos y los heavymetals (metales pesados, duhast),

cuando la bañera aterrizo en el piso de abajo empeze a preguntarme, y cuando aparecio el dragon lo hizo solo, san jorge estaba de vacaciones, killing the drango?? los cojones, putos ingleses

no se muy bien que paso, solo que el dolor empezo de repente y me inutilizo del todo, creo que fueron tres dias los que pase tirada hasta que mi hija me encontro y me puso su remedio sintetico para todo, definitivamente me he quedado atras, los jasp lo controlan todo

visto lo visto y temiendo que el dragon aparezca otra vez solo me queda escribir mi nota de suicidio, quizas esta mierda sirva
Tenemos en nuestras manos los medios para poner término a nuestras penas, y aquel que está dispuesto a morir puede desafiar cualquier calamidad

MAÑANA ARDERE EN EL SENA BUSCANDO EL VALHALA¡¡¡(con toda mi yerba)

Seudónimo: Satanicsoho

**C.Cultura** · , 23:46:23

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Free bird.

Ticc... tacc... ticc... tacc...

Ese puto reloj me esta matando. Debí darme cuenta de lo molesto que es cuando aun podía moverme y deshacerme de él;
Otra cosa más, entre tantas, para la lista de tareas pendientes que nunca haré....

(escucho la puerta)

Rosa se va. Al menos con ella fui previsor y la escogí antes de esta puta enfermedad me privara del habla, buena chica, formal, simpática y trabajadora, limpia la casa y me limpia a mi, y hace los mejores purés de frutas del mundo.

Ya quedo otra vez solo, la aburrida soledad de todos los días, a pasar estas horas mirando esta habitación, la cama, de hospital, el papel pintado de la pared, verde claro, con siluetas de pinares en verde oscuro, el cuadro de Lichtenstein, girl with hair Gibbon, 1965, con tus pupilas azules clavadas en mi..., la estantería de madera, llena de recuerdos de toda una vida, de lugares que nunca volveré a ver...
Si tuviese la cabeza hacia el otro lado vería el escritorio, con mi viejo pc apagado y criando polvo, la montaña de informes médicos, los libros, las fotos....

Cómo me ha ido quemando esta puta!...
Empezó por las piernas y acabó paralizándome todo el cuerpo hasta el punto de, apenas, poder mover los ojos y comer por un tubo; me lo esperaba; lo sabía, estaba concienzado, pero no creí que pudiese ser tan rápida.
El viejo profesor decía que los enfermos de Ela éramos como velas consumiéndonos, yo nos veo mas como pájaros enjaulados en nuestro propio cuerpo, conscientes, con eternos calambres como el único recuerdo de los brazos y las piernas....

(escucho la puerta, tacones por el pasillo)
Esa debe ser Marta, hoy viene pronto, ya habrá terminado sus clases...
Marta, mi sobrina favorita, viene a verme todos los días, la unica visita que, de verdad, espero.

- Hola Tío Carlos! ¿Qué tal el día? -.

Sabe que no le puedo contestar y supone que el día ha sido duro, pero ella siempre me habla, es agradable escuchar voces alegres en esta casa de vez en cuando...
Se sienta al pie de la cama, abre su mochila y saca una pitillera metálica, la abre y comienza a preparar sus enseres.

- Esta es Blueberry, me lo ha dado un colega, también nos da esquejes, si queremos... -.

Contemplo como deshace el matojo de marihuana, como lo lía y lo enciende con soltura.
Es una costumbre que cumple a rajatabla todos los días, me confesó que no se atrevía a planteármelo cuando yo podía hablar, por miedo a que le echase un discurso o se lo dijese a mi hermano, posiblemente acertaba, pero hace un mes vino a casa, sola, y me explico que se había documentado y creía que me podía aliviar, que su novio las plantaba en casa y que les gustaría poder ayudarme. Asentí sin pensarlo, aunque siempre había pensado que no necesitaba drogas para disfrutar de la vida, pero esa tarde la recuerdo como una de las peores de mi vida, fue el día que descubrí que no podía mover los brazos. Solo quería morirme de una vez....

Marta se acerca, mete el canuto del revés en su boca y sopla humo suavemente al fondo de mi garganta, eso relaja mis bronquios y me permite chupar unas caladas por mi mismo, cuando empiezo a notar algo paro de aspirar, Marta se da cuenta, me lo quita y se fuma el resto. A veces se queda conmigo, hablando de sus cosas, hoy creo que tiene deberes, coge la mochila, al salir por la puerta mira mi viejo tocadiscos.

- Tengo que hacer unas cosas... ¿te dejo música? -.

Repasa la estantería de viejos vinilos, saca uno y lo pone en el plato, suena una melodía de órgano...,
mi cabeza se va relajando..,
se me duermen los ojos.., la marihuana hace su efecto, ...slide de guitarra..
me invade un sentimiento de paz.....

If l leave here tomooorow...
would you still remember me?....
for i must be traveling on, now......

dedicado a un par de buenos amigos

Seudónimo: Temistógenes

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