¿Cómo preparo el suelo, qué hago?Es la típica pregunta de aquellos que comienzan a cultivar y todavía no conocen las condiciones necesarias que debe reunir su suelo para desarrollar correctamente su cultivo casero de marihuana.
La marihuana crece y se desarrolla mejor en suelos algo ligeros y bien mullidos que sean muy ricos en materia orgánica. Los suelos pesados y compactos y pobres en materia orgánica producen plantas pequeñas con una baja producción, al tiempo de ser propensos a padecer salinidad y sodicidad, lo que todavía dificulta más el crecimiento de la planta, y durante largos períodos de lluvias se corre el riesgo de padecer una podredumbre de las raíces por falta de aireación.

Pero tiene un inconveniente, en zonas áridas al estar levantados el aire penetra mejor por lo que se pierde demasiada agua por evaporación, para evitar esto el mallorquín Gaspar Caballero rediseñó los bancales de acuerdo a las condiciones climáticas mediterráneas, reduciendo la altura para evitar la evaporación, denominando a estos bancales como Paredes en Crestall, pero se sigue corriendo el riesgo de sufrir inundaciones en el huerto. Para el cultivo de marihuana es mejor realizar bancales de 1?20 x 1?20 metros o 1?50 x 1?50, elevados sobre unos 50 centímetros del nivel del suelo, con 1 metro de separación entre bancal y bancal, y colocar una planta por bancal.Los suelos excesivamente ligeros son pobres en materia orgánica además de drenar en exceso provocando una innecesaria pérdida de nutrientes. Ahora bien, si tenemos suelos pesados ¿cómo podemos aligerarlos?, y por el contrario, si tenemos suelos excesivamente ligeros ¿cómo podemos compactarlos más? La materia orgánica juega un papel importantísimo en la vida dentro y sobre el suelo. Una de las características que presenta es la de aligerar suelos pesados y cohesionar suelos ligeros, por tanto la materia orgánica va a ser una herramienta determinante para un desarrollo saludable de nuestras plantas.
¿Cómo hago el bancal?
La cosa es bastante sencilla aunque no exenta de laborioso esfuerzo. Lo primero que tenemos que hacer es delimitar las dimensiones del bancal, donde vayamos a situarlo, con una cuerda. Seguidamente abonamos la superficie de cada bancal con 4 a 7 kilos de compost o estiércol bastante maduro previamente pasado por un tamiz o un garvillo. Después, o bien con una mula mecánica o bien, en caso de carecer de ésta con una azada, comenzamos a roturar los bancales para hacer más esponjosa la capa superior de la tierra al tiempo que la mezclamos con el compost. Tomamos una pala y extraemos la capa superior del suelo de cada bancal, alrededor de 25 centímetros de espesor, y lo dejamos a un la lado de cada bancal. A continuación volvemos a esparcir la misma cantidad de compost que al principio sobre la capa inferior que ha quedado desnuda en los bancales. Volvemos a roturar y al final colocamos la capa superior, que habíamos apartado, sobre el bancal nuevamente.
Para evitar la evaporación no hace falta realizar paredes en crestall, efectuando un adecuado acolchado o mulching el ahorro de agua utilizada para el riego es notable. Para realizar acolchados se puede utilizar cualquier tipo de material que sea de procedencia orgánica -vegetal o animal-. Podemos utilizar paja, restos de cosechas o podas, hierbas adventicias sin florecer para evitar que porten semillas, cartones, telas, cortezas de árboles, pelaje de animales como la lana, etc. La capa de mulching que debemos colocar ha de impedir al máximo que los rayos del sol se pongan en contacto con la superficie de los bancales para evitar tanto la evaporación como la germinación de hierbas adventicias, por lo que hay que ir reponiendo los huecos que vayan apareciendo en el acolchado.Cogemos un rastrillo y alisamos el bancal para dejar la superficie plana. Con la acción de separar la primera capa evitamos el volteado de las capas del suelo, práctica que resulta bastante negativa para la conservación de la fertilidad de los suelos al tiempo de ralentizar la vida que se desarrolla sobre los mismos. Si de todos modos os parece bastante curro también podéis optar por realizar solo una cava y no dos como en el caso anterior, esto es, añadir la tierra de los pasillos al bancal una vez los hemos delimitado con las cuerdas, les incorporamos el compost tamizado, los roturamos, y los allanamos con el rastrillo. El inconveniente de esta última práctica se presenta en los suelos que estén excesivamente compactados, ya que no será suficiente una sola cava para dejarlos lo necesariamente mullidos para que la planta no gaste demasiada energía en desarrollar su sistema radical.
El acolchado realiza la misma función en el suelo del bancal que la permanente capa fértil de mantillo que presentan los suelos de zonas boscosas: es un aporte continuo de materia orgánica, es la base de la vida de los bosques. El acolchado tiene el inconveniente de robar al suelo el agua de lluvia en zonas áridas donde, precisamente, no brilla por su presencia, ya que normalmente al día siguiente o al par de días suele salir un tórrido sol que evapora todo el agua que pudo retener el acolchado. Por ejemplo, la paja picada puede llegar a absorber agua hasta alcanzar alrededor de diez veces su peso. Se pueden realizar acolchados con piedras, grava, arcilla expandida,?, con ello provocamos que el agua de lluvia drene entre las piedras y pase al suelo, pero con esta práctica se pierde el continuo aporte de materia orgánica que suponen los acolchados con materiales de procedencia orgánica.
También puede ser una buena idea, para aprovechar al máximo la superficie del bancal, que plantéis alguna hortaliza, planta aromática o plantas que alberguen a la fauna útil. La asociación con otros cultivos puede resultar muy beneficiosa, como es el caso del famoso refrán español de Entre col y col lechuga, sin duda es un amplio campo de investigación en el que apenas ha indagado el cannabicultor y que puede ser bastante interesante. Se ha comprobado que cada sistema radical de una especie vegetal determinada tiene una manera distinta de penetrar en el suelo así como de tomar de él los nutrientes que necesita. Los vegetales pueden absorber las sustancias de desecho de sus vecinas, evitando que el suelo se vuelva tóxica para éstas, reforzarse mutuamente ante la invasión de plagas, facilitar la absorción de nutrientes entre ellas?
El riego localizado es otra buena medida de ahorro de agua evitando al máximo pérdidas innecesarias, existen diferentes modelos en el mercado. Coloca las líneas de la manguera y los goteos por debajo del acolchado, evitarás que se recaliente al tiempo que le aportarás el agua directamente al suelo. La instalación de riego localizado es bastante sencilla y económica, que junto con el citado ahorro de agua supone una inversión bastante atractiva para el cultivador de marihuana.
Para aquellos que cultivéis en macetas el tema es diferente. La marihuana como ya he dicho necesita agua y suelos fértiles en materia orgánica, circunstancias que al cultivador de suelo no le deben suponer ningún problema, sin embargo el cultivador de maceta ve como le resulta bastante difícil llegar a conseguir un adecuado abastecimiento de agua para sus plantas, y además a mitad del cultivo se le suele presentar el problema de carencias alimentarias en las plantas. Las macetas de color blanco son ideales para los cultivos de temporada, pues absorben mucho menos calor que las macetas negras; en cambio las macetasnegras pueden ser ideales para aquellos cuyo clima les permita realizar cultivos de exterior en invierno. Si la temperatura de la tierra sube por encima de 40 ºC, además de correr el riesgo de que las raíces se cuezan, algunos nutrientes comienzan a no estar disponibles para las plantas por no poder ser absorbidos adecuadamente por el sistema radical.
Para un desarrollo adecuado y constante de las plantas, vamos a necesitar un substrato que les vaya aportando cantidades suficientes de agua y nutrientes. Hay que tener en cuenta que aun siendo tremendamente fértil el substrato las plantas van a agotar la mayoría de nutrientes que contengan por lo que habrá que ir reponiendo tanto materia orgánica sólida por encima de la maceta de modo quincenal, como biofertilizaciones semanales, bien con un abono líquido permitido en agricultura ecológica, bien con un preparado casero como el purín de ortigas o consuelda, o el caldo de lombricompost.
¿Cómo es el substrato que debemos tener?
Bien, por si la mayoría de vosotros no lo sabéis la turba se va a prohibir en agricultura ecológica, debido a que se extrae de ecosistemas que tardan cientos de años en regenerarse. En la Estación Experimental Agraria de Carcaixent -València-, estuvieron realizando un estudio con diferentes substratos ecológicos sin turba para poder presentar una alternativa al uso de turba en planteles para viveristas ecológicos. De los estudios que realizaron los substratos que mostraron una mayor precocidad para germinar fueron los que estaban compuestos de:
  1. Compost 50 %, que procede de la fermentación de restos de hortícolas, de poda de cítricos, diversos estiércoles, minerales naturales,.., que exceptuando la poda de cítricos es fácil de obtener, si no podéis conseguir restos de hortícolas podéis utilizar restos de jardinería. Y el restante 50 % es Arena de cantera, que también la podemos substituir por Fibra de coco.
  2. Cascarilla de arroz extrafino, Compost y Fibra de Coco en el mismo porcentaje, o sea un 33 % de cada uno. Ambos substratos los podemos utilizar para germinar, aunque conseguir los materiales puede resultarnos bastante difícil e incluso imposible en algunos casos. Pero hubo una muestra que dio un mayor crecimiento final, este era el substrato compuesto de Compost 70%, Vermiculita 25% y Perlita 5%.

Mariano Bueno, conocido agricultor ecológico, en su libro El huerto familiar ecológico, también reseña un substrato a base de Fibra de Coco, Vermiculita o Tierra arcillosa y Compost por iguales partes. El inconveniente de la fibra de coco es que puede tener una alta salinidad, lo que la convierte en perjudicial para zonas propensas a padecer salinidad en el agua utilizada para el riego.ricultura ecológica existen diferentes labores de cultivo que van destinadas a una mejor retención de agua, mayor aireación y menor pérdida posible de agua y nutrientes por parte del suelo. Si podéis cultivar en el suelo sería bastante interesante que realizaseis bancales profundos donde vayáis a plantar.
Los bancales profundos dentro de la agricultura hortícola son bancales de entre 1?20 y 1?50 metros de ancho por la longitud que se desee, aunque cuanto más largo más cuesta dar la vuelta. Entre los bancales se dejan pasillos para pasar de unos 50 centímetros de ancho, con ello se evita pisar el suelo de cultivo, al tiempo que nos permite pasear tranquilamente por el huerto sin pisar las plantas, además los bancales están levantados del ras del suelo sobre unos 50 centímetros también, eliminando el riesgo de que el bancal se encharque en caso de fuertes lluvias, lo que es bastante positivo para zonas propensas a padecer gotas frías.